Experiencias de cooperativas cerradas de vivienda en Chile: Expresiones de producción social del hábitat y perspectiva de género.
Autores: María Carolina Valdés Riquelme / Valentina González Madariaga / Emilio Monsalves Navarrete
El presente documento se enmarca en el Diplomado de Gestión de cooperativas y economía social y solidaria. Nuestro análisis surge en la búsqueda de estrategias sustentables y centradas en el desarrollo humano integral en cuanto a la construcción de vivienda, ciudad y hábitat en general, haciendo contrapuntos a las lógicas actuales de re-producción del modelo habitacional. A nivel internacional la ONU tiene entre sus lineamientos el derecho a una vivienda adecuada, sin embargo, en nuestro país a nivel constitucional no hay nada respecto a dicho derecho. Así la vivienda, desde la institucionalidad, se resuelve como un mero bien de consumo, cuestión que acentúa la precariedad. En efecto, se tiende a la reproducción de barrios “marginales”, con escaso acceso a servicios y condiciones mínimas de bienestar. En ese sentido, vemos que para generar una solución más efectiva para la población, la producción social del hábitat se erige como una alternativa sólida.
Tal como se expresa en el Índice de Gini1 , Chile se sitúa entre los 10 países más desiguales del mundo. De hecho, la desigualdad se expresa no solo a nivel de ingresos, sino también en las distintas esferas que componen la vida de los sujetos de una sociedad. Reconocemos que la ciudad es el soporte físico en que se plasman las diversas desigualdades sociales, donde la urbanización va de la mano con el modelo neoliberal imperante. Asimismo, la actual política habitacional no se aleja de dichas premisas, donde se tiende a una visión de mundo individualista y mercantil, que apunta a la obtención individual de una vivienda por medio del trabajo esforzado de una familia. No obstante, dicho modelo es cada vez menos factible, tal como se expresa en el Índice de acceso a la vivienda, que mide la relación entre el precio promedio de las viviendas y el ingreso promedio de los hogares, se concluye que hoy para una familia es” severamente no alcanzable” adquirir una vivienda en nuestro país (CCHC).